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Nuestra Doctrina

 

Nuestra Doctrina está contenida en los siguientes postulados de fe:

La trinidad: Existe un solo Dios infinito, inmutable y perfecto, creador y sustentador de todas las cosas de eterna existencia en las tres personas de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Jesucristo: El señor Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, el único que puede dar salvación al hombre pecador. Cristo volverá corporalmente por Segunda vez a esta tierra para establecer Su Reino.

El Espíritu Santo: El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, habita en todo creyente, a quien guía, enseña y llena con su poder. Es la voluntad de Dios que cada creyente experimente la plenitud del Espíritu Santo en su vida. El Espíritu Santo convence al mundo de pecado, justicia y juicio.

La Biblia: Es la palabra inspirada de Dios, constituyente la revelación completa, por lo tanto es infalible y perfecta, es la única regla de fe y conducta cristiana.

El Hombre: El hombre ha sido creado a la imagen y semejanza de Dios, cayó por desobediencia, trayendo así la muerte física y espiritual sobre la aza humana. El Hombre nace desde entonces con una naturaleza pecaminosa, separado de Dios y con la necesidad de salvación.

El destino eterno del creyente: El destino del creyente es una existencia en espíritu, alma y cuerpo glorificado, de eterno gozo y bienaventuranza en la presencia de Dios.

La sanidad Divina: Dios tiene el poder de sanar cualquier enfermedad.

La Iglesia Universal: Está compuesta por todos los creyentes en Jesucristo, a quien reconocen como su autoridad y cabeza.

La Salvación: Se ha provisto por medio de Jesucristo para todos los hombres. Los que se arrepienten y creen en El, nacen de nuevo por medio del Espíritu Santo, reciben el Don de la vida Eterna y llegan a ser hijos de Dios.

La Justicia de Dios: Es una manifestación de Su naturaleza perfecta al hombre exigiendo de éste conformidad a ella y castigándolo por su no conformidad a la misma Rom. 2:5-11

El Pecado: Es la realidad triste y terrible en la vida del hombre por transgredir la ley de Dios, lo que trae como consecuencia la separación de él Rom 3:23

El Castigo Eterno: Es la retribución de no haber aceptado la Gracia Divina siendo incrédulo a Cristo. Se manifestará en sufrimiento moral y físico, tan real u eterno como la misma Salvación Mt. 25:41

El Evangelio cuádruple: Es el resumen de las doctrinas distintivas de nuestra Iglesia Alianza Cristiana, Cristo: salva, santifica, sana y vuelve.

 

Declaración de Fe

 

La Confraternidad Mundial Aliancista ha publicado la siguiente Declaración de Fe, a la cual adhieren todas las iglesias aliancistas partícipes de esta confraternidad:

Hay un solo Dios, quien es infinitamente perfecto y existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María. Murió en la cruz, el Justo por los injustos, como sacrificio substitutivo, y todos que creen en El son justificados por medio de su sangre. Resucitó de entre los muertos, según las Escrituras. Actualmente está a la diestra de la Majestad en lo alto como nuestro gran Sumo Sacerdote. Vendrá otra vez para establecer su reino de justicia y paz.

El Espíritu Santo es una divina persona, enviado para morar en el creyente, para guiarlo, enseñarlo y darle poder, y para convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

Los Testamentos, Antiguo y Nuevo, son infalibles tales como fueron originalmente; fueron inspirados verbalmente por Dios y son una revelación completa de la voluntad de Dios para la salvación de los seres humanos. Constituyen la única regla divina de fe y práctica cristiana.

El hombre fue creado originalmente a la imagen y semejanza de Dios; cayó por su desobediencia, y así incurrió en la muerte tanto física como espiritual. Todo hombre nace con una naturaleza pecaminosa, está separado de la vida de Dios y puede ser salvo sólo por la obra expiatoria del Señor Jesucristo. El fin de los impenitentes e incrédulos es la existencia eterna en sufrimiento consciente; el del creyente es de gozo y dicha eterna.

La salvación se ha provisto por medio de Jesucristo para todos los hombres; y los que se arrepienten y creen en El, nacen de nuevo por medio del Espíritu Santo, reciben el don de vida eterna y llegan a ser hijos de Dios.

Es la voluntad de Dios que todo creyente sea lleno del Espíritu Santo y enteramente santificado, separado del pecado y del mundo, y completamente dedicado a la voluntad de Dios, y así recibirá poder para vivir santamente y servir eficazmente. Esta experiencia progresiva, efectuada en la vida del creyente después de su conversión.

Hay provisión en la obra redentora del Señor Jesucristo para la sanidad del cuerpo mortal. La oración por los enfermos y el ungimiento con aceite son enseñados en las Escrituras y son privilegios de la Iglesia para el presente siglo.

La Iglesia consiste de todos aquellos que creen en el Señor Jesucristo, que son redimidos por su sangre y nacen de nuevo por el Espíritu Santo. Cristo es la Cabeza del Cuerpo, su Iglesia que ha sido comisionada por El para ir a todo el mundo para testimonio, predicando el Evangelio a todas las naciones. La iglesia local es un cuerpo de creyentes en Cristo que se reúne para la adoración a Dios, la edificación por medio de la Palabra de Dios, la oración, la comunión, la proclamación del Evangelio y la celebración de las ordenanzas del Bautismo y la Santa Cena.

Habrá una resurrección corporal de los justos y de los injustos; para aquellos será una resurrección para vida; y para éstos, una resurrección para juicio.

La Segunda Venida del Señor Jesucristo es inminente y será personal, visible y premilenial. Esta es la esperanza gloriosa del creyente y es una verdad vital que le impulsa a una vida santa y un servicio fiel.

© 2015 by Ferney Rodriguez C. Iglesia Alianza Cristiana y Misionera Rivera

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